domingo, 8 de enero de 2023

2023, Año de Francisco Villa

 

2023

Año de mi general Villa

 

 

En la conferencia mañanera del 2 de enero de 2023 apareció en la mampara y en la pantalla que están detrás del presidente López Obrador la imagen de mi general Francisco Villa y la leyenda: “2023 año de Francisco Villa. El revolucionario del pueblo”, esta frase tanto en la pantalla en que proyectan imágenes y textos, como en la mampara que está a la izquierda del presidente. Además, en la pantalla se observa un fragmento de una fotografía ecuestre del general Villa que incluye sólo su efigie: tocado por un ancho sombrero, casi de charro, sus cananas dobles terciadas al hombro, sus bigotes icónicos y su mirada —¿será inercia por la costumbre?, ¿será que el artista logró captarla?—, la mirada tremenda, todopoderosa, penetrante, de aguda inteligencia de aquel hombre.

Imagen oficial, año 2023

Pancho Villa, nacido José Doroteo Arango Arámbula, vino a este mundo en el seno de una familia de campesinos del segmento más pobre de los mexicanos. Debió volverse bandolero durante más de la mitad de su vida y, dado semejante contexto, aprendió de manera inmejorable un oficio inverosímil: el de liarse a balazos en duelo a muerte contra la odiosa autoridad monstruosamente injusta de aquellos tiempos en México.

Hombre de preclara inteligencia llegó a ser un genio militar. Dueño de una sensibilidad extraña, paradójicamente refinada, amó al pueblo y a los más pobres, los que hoy solemos llamar personas socialmente vulnerables. De risa inmediata y de lágrima fácil, el general Villa, era no menos iracundo cuando lo ameritaba la circunstancia.

Querido Pancho Villa: Eterno Femenino Ediciones

Siendo, junto con Emiliano Zapata, la parte popular de la Revolución, fueron derrotados por el grupo que se les oponía: Carranza, Obregón, Calles, los que traicionándose unos a otros luego de eliminar no menos a traición a sus contrincantes del segmento popular de la Revolución, fundaron el PNR-PRM-PRI. Y sus herederos, igual o más corruptos que ellos, amenazaron, en algún momento, con que sólo dejarían el poder como (sus abuelos) llegaron a él, a balazos.

Gracias a Ochún no fue necesario. Luego de agotarse a sí mismos, el sistema, que terminó por incorporar al llamado Partido (de) Acción Nacional para formar el PRIAN, descompuesto hasta sus entrañas y ahogándose entre su propia pudrición y sus crímenes, se vieron ampliamente rebasados por un movimiento nacional que encabezó un hombre que tiene similitudes notables con Pancho Villa (salió de la entraña más humilde del pueblo, igualmente marginado, no menos amante de su país y más de su gente, de la misma manera asombrosamente astuto, no menos enamorado del conocimiento y de la historia y tan valiente, osado e inteligente como el llamado Centauro del Norte), hoy ese hombre es el presidente de todos los mexicanos, Andrés Manuel López Obrador. Luego de anotar las coincidencias entre ambos, destaquemos las diferencias: el uno es norteño, el otro del sureste; Villa era, según lo han descrito “Un güerito requemado por tanta intemperie”, el sureño es moreno y no menos trajinado en el ir y venir por todo el país; el primero fue analfabeta hasta los 30 años; el segundo, aunque con penuria económica, asistió a la universidad; pero vale la pena anotar que Villa admiraba a los hombres ilustrados, amaba a Panchito Madero por su, según las entendederas de Villa, enorme cultura y López Obrador es un buen conocedor de la historia de México y día con día, en las llamadas mañaneras, demuestra que es poseedor de una cultura más que aceptable; pero lo que más le ha valido a AMLO es el puntilloso conocimiento que adquirió del sistema prianerredista, el que ha aplicado y sigue haciéndolo con una destreza y sagacidad que asombran, igual que Pancho Villa acumuló saberes invaluables del enfrentamiento a bala y eso le salvó la vida muchas veces y lo convirtió en el dirigente popular (casi) más importante de la Revolución. El del norte no tuvo más remedio que actuar violentamente, el del sur soportó por décadas las agresiones que llegaron a ser incluso físicas sin responder con violencia y sigue haciéndolo a pesar de que ocupa el más alto sitial del poder en un país con tradición secular de presidencialismo omnímodo. Las diferencias parecieran acercarlos.

Autofoto con cartel

Francisco Villa trascendió las fronteras, las épocas y también los espíritus, a pesar de que los gobiernos priístas se esmeraron en ocultar sus hazañas inmensas. Y, si empezaron a hacer intentos de reconocerlo sólo hasta 1976, fue para apropiárselo, para usarlo en su beneficio político. Pero la gran fama del general y sus inmensas virtudes llegaron hasta lugares remotos: Mao Zedong (antes Mao Tse Tung) le dijo a Vicente Lombardo Toledano que él se había inspirado en Villa para realizar la llamada Larga Marcha, que le dio la victoria en la guerra civil china de los años 50. Vo Nguyen Giap, inmenso héroe vietnamita, general vencedor de Francia al final del siglo XIX y de Estados Unidos en la década de los 70 del siglo XX, dejó escrito en sus memorias que una de sus brigadas de élite se llamaba Pancho Villa. El escritor José Santos Chocano, uno de los grandes poetas del modernismo, oriundo de Perú, escribió un poema dedicado a Francisco Villa que se llama Bandolero divino. Pero el acto que demuestra la inmensa trascendencia de mi general es el hecho de que el pueblo de México lo venera como si hubiera sido un santo. Aunque los ricos, la iglesia católica y sus múltiples adversarios hayan considerado que era un demonio.

Bajo la égida de mi general

En el Mercado Sonora, a un ladito de La Merced, lugar donde se encuentran todo género de artículos, yerbas, efigies, amuletos, cartas de tarot o cualquier objeto que sirva para realizar brujería, ceremonias esotéricas, hechicería o cultos incluso satánicos o de chamanismo, wiccanos, de la Santa Muerte, de vudú o santería, ahí es posible encontrar veladoras, estampas y hasta medallas que contienen imágenes y oraciones a mi general, para rezarle y suplicarle algún bien o de plano, un milagro. Porque Pancho Villa es milagroso. El pueblo encuentra que su espíritu es demasiado poderoso, demasiado grande, capaz de trascender la eternidad e influir desde allá sobre este mundo para defender a los pobres, como hizo cuando cursó por este mundo. Potestad que el pueblo mexicano le ha otorgado a Pancho Villa y, curiosamente, no le ha concedido ni a Benito Juárez ni a Miguel Hidalgo ni a José María Morelos ni a Emiliano Zapata ni a Lázaro Cárdenas, grandes héroes de los mexicanos, altamente respetados y venerados, pero sólo como héroes (de los que vencieron y asesinaron a Pancho Villa ni siquiera hablemos). Pancho Villa fue más allá, además de héroe y prócer de la nación, el pueblo lo considera santo.

Con Agustín Ramos, prologuista de Querido Pancho Villa

Y el asunto no queda ahí. Mi novela Querido Pancho Villa fue presentada en su más reciente ocasión, en la Feria del Libro del Zócalo en su edición del año 2022. Ahí una persona del público nos dijo que tiene un pariente que en el sur de Estados Unidos se incorporó a una religión que tiene por supremo profeta…, sí, atinaron, a Pancho Villa.

Nótese la medallita con la efigie de mi general

Lo único que le faltaba a mi general Villa, luego de las inmensas hazañas militares en contra de dos tiranías, luego de sus grandes hechos en favor de los humildes, sólo era que lo convirtieran en mártir. Y así lo hicieron los corruptazos vencedores en la Revolución.

Pequeña biblioteca villista 

Hoy el general Francisco Villa recibe un homenaje digno de su grandeza. El gobierno de México emite un decreto que establece el año de 2023 como el “Año de Francisco Villa, El revolucionario del pueblo”. Precisamente cuando se cumple un siglo de su asesinato.

AMLO y Pterocles, cada quien su chamba

Solamente un gobierno popular, con una gigantesca alianza con el pueblo, emanado de lo más profundo de los mexicanos, amante y protector de su pueblo, nacionalista a ultranza y defensor de la soberanía nacional, gobernado por una especie de álter ego de Pancho Villa (aunque también se parece a Benito Juárez y en algunos aspectos a Panchito Madero) podía haber dedicado este año en homenaje a Francisco Villa.

Maestro Jesús Ortega, 100 años

En este año, a un siglo de que mataran a mi general (por cierto, una coincidencia más: si mi papacito viviera, en este 2023 cumpliría cien años, es decir, él nació el mismo año, 1923, en que asesinaron a Villa) recuerdo un poema que está incluido en el Canto General de Pablo Neruda y se llama Un canto a Bolívar, vaya un fragmento, cuando se cumplen cien años de que Pancho Villa dejó este mundo, pero es nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador:

Yo conocí a Bolívar una mañana larga

En la boca del quinto regimiento

Padre, le pregunté, ¿eres o no eres o quién eres?

Y mirando el cuartel de la montaña dijo:

Despierto cada cien años, cuando despierta el pueblo.

 

No sé si haya mucha gente más contenta que yo —el que dedicó un par de años de su vida a escribir una novela que se llama Querido Pancho Villa—, porque este año se haya dedicado como homenaje a mi general Pancho Villa.