jueves, 28 de mayo de 2009

El imperio de la disolución

El imperio de la disolución
Pterocles Arenarius
La influenza inicialmente llamada porcina y, luego de los daños infligidos al mercado, corregida como A1-H1N, es mortal si te invade el virus, según los datos de los escasos científicos calificados que hay en México, los de la UNAM. En su momento esta epidemia fue ocultada por los funcionarios mexicanos debido a razones políticas, según Fidel Castro. Es creíble. Personalmente, antes de que estallara la paranoia colectiva atizada por la televisión, conocí dos casos, el de una infante y el de una mujer joven, que sufrieron neumonía y ambas estuvieron cerca de morir, en estado grave de salud, según los médicos, pero jamás se supo que fuera la influenza A1-H1N. Por coincidencia cuando se fue de México Barack Obama empezó la campaña de paranoia y la monstruosa retahíla de autoelogios en boca de los funcionarios. Lo cierto es que la denuncia de Castro ahí queda y las autoexculpaciones de los gobernantes mexicanos abundan para su ilegitimidad de origen.
Por otro lado, como parte de otra epidemia peor, la de los errores y brutalidades panistas que se mantiene desde hace casi ya 9 años, se dio la intentona, desde la Secretaría de Educación Pública (SEP), para eliminar la materia de Filosofía (y las relacionadas como Lógica y Ética), pero también contra la literatura (¿respetarán las materias previas relativas como la gramática?). Al parecer la decisión aún no se toma. La SEP, bajo el mando real de la corruptísima líder vitalicia del sindicato nacional de profesores, Elba Esther Gordillo, posiblemente encuentre que es inútil o al menos superfluo enseñar literatura y filosofía a aquellos imberbes de entre 15 y 18 años, nuestros adolescentes y si dicen que es así, pues dirán también que es oneroso. Este es un acto de total brutalidad contra la inteligencia y la cultura del pueblo mexicano, pero peor aun es si lo consideramos a futuro, significaría que el próximo paso será irse contra las matemáticas, contra la física y entonces ¿qué enseñarán en las escuelas?, ¿enseñarán lo que promueve la verdadera Secretaría de Educación que es la dupla Televisa-TV Azteca? Oh, maravilla, lo que nos espera son las noticias mentirosas o al menos falseadas, sesgadas; los grotescos programas de chismes estúpidos sobre la promiscuidad sexual de sus “estrellas” (llama la atención a que desde la muerte de Paco Stanley, yonqui fanático, repartidor ―en buen caló, burrero―; contrabandista y aspirante a forjador de un cártel, se han acabado ¿o acallado? las noticias sobre la afición ―no menos popular que la promiscuidad sexual― a las drogas duras, blandas y más bien sintéticas que naturales).
Es bien sabido que los talentosísimos “artistas” de televisión le meten con singular entusiasmo a todo aquello que estimule sus hermosos y trabajados ―en gimnasio pero más bien en quirófano― cuerpecitos y sus tan patéticas como endebles y disminuidas dotes intelectuales. Últimamente, desde la infausta muerte de Stanley las noticias de tal índole brillan por su ausencia, ¿será que los “artistas” ya no le meten? De la manera más franca y contundente afirmo que lo dudo, lo dudo a contracorriente de que la moda actual sea por decreto presidencial “la guerra contra el crimen organizado y el narcotráfico”, la que más bien pareciera un buen pretexto para burlar la Constitución e instalar el autoritarismo, promulgar leyes para criminalizar la lucha social y la oposición al gobierno. Así se hizo también el decreto que autorizaba a las autoridades de salud a violar domicilios y a colocar en cuarentena a “sospechosos” de sufrir la influenza famosa. Lo cual parece más bien el uso de una crisis sanitaria como pretexto para mostrar la fuerza bruta del estado contra los ciudadanos. Si bien admitamos que no se conocen casos de violaciones de domicilio ni detenciones para someter a cuarentena.
En medio de esta circunstancia aparecieron sendos libros cuya autoría pertenece a dos pájaros de cuenta: uno, Roberto Madrazo Pintado, ínclito maratonista sesentón y vencedor hasta de miles de jóvenes en la competencia maratónica de Berlín, Alemania 2008 y el otro es el prócer de la pandilla que por el momento y aun con sus divisiones domina la escena política de México, la mafia de panistas, algunos ex priístas, muchos empresarios y los más importantes medios de comunicación; el héroe en mención es el padrotito, sobornador y defraudador argentino Carlos Ahumada.
El ultracorrupto Roberto Madrazo, que no puede competir en nada si no hace trampa, en su libro, trata esencialmente de ajustar cuentas con gente como Elba Esther Gordillo, quien con tal de mantenerse en el poder ha demostrado vocación para vender su alma incluso al arcángel Miguel, ejecutor del enemigo malo, pues doña Elba Esther, por su aspecto físico y por sus siniestras acciones desde hace décadas, no puede ser sino parte de las huestes del maligno. Roberto, fiel a los condenados permanece en las filas chantajistas y, por ello, privilegiadas del PRI y su libro, más que prescindible, excepto por algunos datos de la picaresca imperante en la política mexicana, es un listado de quejas en contra de aquéllos que no lo apoyaron o lo traicionaron, como Elba Esther, en sus ambiciones presidenciales.
En tanto que Carlos Ahumada pone en evidencia a todos los que en su momento fueron señalados como miembros de la conjura que culminó con aquel berrinche de Vicente Fox: el sainete del desafuero de Andrés Manuel López Obrador, obra bufa que, sin embargo, tuvo un momento grandioso, cuando AMLO, solo contra 500 diputadetes a cual más inepto y/o corrupto, se lanzó contra todos los conjurados jugándose su propia vida no sólo política (recordamos que el difunto policía Santiago Vasconcelos se presentó a unos metros del departamento de AMLO con pistola al cinto y acompañado, muy valiente el señor, de unos diez de sus cerdos, digo, sus guaruras).
El padrote argentino no descubre nada nuevo, todo se supo en su momento: Fox, Fernández de Cevallos, Creel, Medina Mora, Macedo de la Concha y algunos otros, coordinados todos por Carlos Salinas de Gortari, ejecutaron la acción dirigida a desaforar a AMLO e impedirle que fuera candidato presidencial. Finalmente lo desaforaron, pero no pudieron impedir que fuera el candidato de la izquierda, pero, ya en el 2006 y habiendo convocado a más interesados en detener a Andrés Manuel, abriendo más el abanico de conjurados y actuando ya con operadores incluso dentro del gobierno, en el 2006 perpetraron un fraude electoral histórico para despojar a López Obrador y al pueblo de México de un triunfo en toda la línea de la izquierda, paradójicamente, derecha.
Lo exhibido por Ahumada en su libro se reforzó con las recientes declaraciones periodísticas del ex presidente Miguel de la Madrid, uno de los peores que ha padecido México, lo que ya es demasiado decir. De la Madrid, quién lo dijera, tiene cuentas pendientes con su sucesor y delfín, Carlos Salinas, pues aquel primer ex mandatario acusó al segundo de delitos que siempre conocimos, aunque De la Madrid calló de aquello de lo que nunca se ha denunciado al demoniaco Salinas, aquello que todo el pueblo mexicano sabe bien (aunque nadie, repito, se atreve a decirlo en los medios), y los únicos que no lo han descubierto son las autoridades de justicia de México, la autoría intelectual de la muerte de Luis Donaldo Colosio. Y a pesar de que las denuncias delamadridianas fueron muy leves, el demoniaco Salinas encargó a su achichincle Emilio Gamboa Patrón, proficuo diputado, a que convenciera a don De la Madrid que se declarara algo así como víctima del mal de Alzheimer para retractarse de sus acusaciones a Salinas de manera un poco menos indigna que por miedo: autoafirmándose pinche viejito loco, digamos.
Las acusaciones de tan múltiples y graves delitos ahí están, pero las autoridades de justicia, desde los millonarios ministros de la Suprema y Tremenda Corte de Justicia, no abren la boca ni siquiera para opinar sobre tan bárbaras violaciones a la ley y mucho menos sobre los bien conocidos personajes que las ejecutaron.
Entre tanto desbarajuste, entre tanta disolución y la desesperanza que provoca, el presidente, todavía considerado ilegítimo por millones de mexicanos, propone su asombroso plan Vive México, como tratando de conjurar el hecho de que México estuviera muerto. Anuncia que se trata de promover el turismo hacia nuestro país, a pesar de las balaceras de cuatro horas entre narcos de distintos cárteles o bien entre polis y narcos, también de diversos cárteles. Sin ruborizarse por saber bien que los narcos dan empleo y pingües salarios a alrededor de un millón de personas en todo el país, mientras su gobierno y sus consentidos protectores, los empresarios que lo llevaron al poder, sigue provocando ―por inepcia o por descuido, por atender más bien a los mencionados empresarios y por otras razones más pendejas todavía― más desempleo, pero el gasto corriente del gobierno (lo que ellos se autoasignan como sueldos) ha crecido, del foxato para acá, en un monstruoso 80 por ciento.
Bueno, Calderoncito convocó a gran número de “artistas” de Televisa y Tv Azteca, esos que junto con sus productores y patrones se deshocican por hacer masiva y de ser posible mundial la estupidez. El “presidente” los hizo asistir para ―en los hechos― exigirles que apoyen su plan Vive México. Y con ello dar legitimidad a su (des)gobierno. Pronunció su discurso frente a los “artistas” y, éstos, sonrientes, felices, con positivísimas actitudes, avalaron la arenga.
Y acerca de lo anterior quisiera decir que un día antes del acto de los “artistas” con el “presidente”, me bebí unos cuantos tragos, aunque incontables, con un extraordinario poeta, que no diré su nombre, sino expondré su identidad poética:
Soy, a veces, una llave de a caballo aplicada por el santo,
otras veces soy el madrazo de frustración
que un borracho deja caer sobre la mesa.
cuando era niño hice llorar a pin pon.
le pegué con su pinche peine de marfil.
a veces soy tan transparente y emocional
como una adolescente que se masturba.
soy el correveidile de la lujuria
(…)
a veces me siento como un portero
antes de que le tiren un penalti
a veces un cuento pornográfico
(…)
a veces como el cochambre que dejan
las viejas en su tanga.
soy una voz necia que pide un trago más,
soy un gancho al hígado de la realidad;
esa vieja fresa que no bebe
y que nos mantiene en sus brazos mientras
mira cómo nos destruimos.
soy, a fin de cuentas, un sicario sin balas
huyendo de la responsabilidad
de encontrar su propia muerte.
El autor de tales versos, un adorable muchacho pachequísimo y de talento poético desmesurado como lo demuestran sus versos, por azar me contó que en alguno de sus recientes momentos de esparcimiento pacheco departía con dos de las talentosísimas “artistas” que trabajan en las mencionadas compañías que tan empeñosamente difunden casi mundialmente la estupidez por nuestro espacio electromagnético. La referencia me hizo preguntarle ¿la que actúa en la telenovela fulanita y la que conduce el programa sutanito? Sí, ellas. ¿A poco esas preciosuras le meten a eso?, pregunté. La respuesta fue “ay, carnalito”.
Por eso, cuando veía precisamente en la tele la noticia del plan calderónico y observé a este (dis)funcionario con todos los “artistas”, no pude menos que pensar que mientras el señorito del poder (Calderón no es un señor, cuando mucho llegaría a señorito) hacía su arenga autolegitimadora, muchos de los chicos y chicas aquellos que le hacen a la artistiada a través de la tele, andarían más o menos en las nubes, bajo los efectos de las múltiples sustancias de vieja o muchas de nueva generación que usan para alterar su consciencia y su percepción de este mundo, aunque no tengan idea de ello, sino simplemente que sienten chido y se ponen hasta arriba, es decir, intensos para trabajar en los programas en que los contratan.
Así, en el desbarajuste de toda índole que ocurre en México, aunado al de institucionalidad, se encuentra el de que uno de los flancos más vulnerables del gobierno es el de su guerra contra el narco.
En este momento México es el imperio de la disolución y el gobierno incapaz de dar soluciones, sólo nos muestra sus intenciones de implantar la mano dura. Mientras tanto, entre alcoholismo, pobreza, marginalidad, drogas y un estoicismo heroico se incuban los grandes artistas, como el poeta citado líneas arriba. Porque el arte mexicano es e históricamente ha sido, durante treinta siglos, de primer mundo y sus gobernantes y funcionarios, de quinto.

domingo, 3 de mayo de 2009

Cristos de la Tierra

Cristos de la Tierra

Pterocles Arenarius

Para Guadalupe Méndez

Hay en la tierra, y hubo siempre, treinta y seis hombres rectos cuya misión es justificar el mundo ante Dios. (…) No se conocen entre sí y son muy pobres. (…) Constituyen, sin sospecharlo, los secretos pilares del universo. Si no fuera por ellos, Dios aniquilaría al género humano.
Son nuestros salvadores y no lo saben.

Jorge Luis Borges


Existen sujetos que suponen poseer la potestad de decirnos
Cómo vivir… en qué creer… y cuánto y cuándo sufrir…
Ellos suministran los dolores. Se hacen llamar jueces, policías,
dictadores, grandes empresarios, militares,
antes, simple y más honestamente se llamaban verdugos… o acaso monarcas…
Sujetos de esencial miseria del espíritu que supónense superiores
sobre el común de los humanos… y se creen elegidos de su Dios…
dueños de destino y vida de sus congéneres.
¿Motivos, “razones”?, les sobran: el color de la piel o de los ojos o del pelo…
Y con esa diferencia de tintura han justificado incluso el exterminio
De aquéllos que ―ellos creen― son diferentes e inferiores…

Existen otros hombres dotados de la rabia y el amor
La dignidad y la compasión. La furia junto ―oh paradoja― con el sentimiento de compartir el dolor humano.
Y éstos se arrogan, a veces sin saberlo, la misión de salvar
a la humanidad. Humildemente. Salvar a Pedro a Pancho a Juan…
A Guadalupe, Amaranta y Camila...
Que son la humanidad… el pueblo… la mayoría… los pobres…
los que generan el valor a partir de madre natura
: los que trabajan… y con sus manos han cambiado al mundo
… entre ellos surgen los salvadores, los cristos…
Y por el enemigo son templados sin piedad, endurecidos,
probados por el fuego y el dolor…
lucharán contra la depredación
los cristos son los que ―ridículos, soñadores, locos, paupérrimos, insensatos
habrán de luchar contra la opresión de la miseria (que no contra el pecado)
de los humildes… de los que trabajan
… y suelen llamarse Che, Gandhi, Zapata,
O bien Sandino…
Sandino…
Del pueblo siempre saldrá uno que tenga el tamaño descomunal de ser
tan simplemente humano. De amar tanto a sus iguales…

Y los que no aman vinieron a decirnos que Cristo nos salvó del pecado, pero
del pecado que cada cual se salve, si le parece bien.
Y si no… pequemos a discreción,
pequemos a destajo que el único pecado imperdonable es
la ignorancia, la propia dejadez o la miseria espiritual que vuelve a algunos
capaces de abusar, de explotar a otros humanos.
Fuera de eso “sigamos pecando”… La material miseria no es pecado…
Pues los verdaderos miserables son los que ansían el poder,
los que pueden matar por hacerse del poder para su beneficio material,
así de miserables son. Y no lo saben,
los que son capaces de usar como animales
a sus propios semejantes,
los que creyeran en la superioridad por cuestión de raza.
La miseria sí es pecado, pero sólo cuando es miseria espiritual…
Pues el miserable es el que al descubrir su condición anhela el poder
para ocultarse la inmensidad de su miseria
: la del espíritu…
Los hombres grandes son los cristos sandinos, los que entregan su vida
por los demás, por los humildes…
Los que encarnan al hombre más grande de la historia: Cristo, el hombre
que ―muy posiblemente― no existió, pero sobrevive
como la metáfora de la actitud suprema
que puede producir el hombre:
entregar la vida por los otros, por los humildes, por los que trabajan,
por los olvidados de la tierra y por las prostitutas.