viernes, 25 de julio de 2014

Los ataques de Pterocles

Los ataques de Pterocles


Me complace enormísimamente
se un buen novelista viejo
de segunda fila
del tercer mundo.

Efraín Huerta
(Con el debido permiso, paráfrasis del Cocodrilo sagrado)


Luego de Una muerte inmejorable, bien valdría hacer una retrovisión en perspectiva. Son treinta y dos añitos de escritura. Ergo, soy, todavía, un escritor joven. Hace treinta y dos años decidí dedicarme a la escritura. Estás pinche loco, me dijeron. ¿A quién se le habría de ocurrir semejante disparate luego de estudiar como veinte años para terminar la carrera de ingeniería civil? Pero dije, ¿qué voy a hacer si no escribo?
Enormísimamente complacido.

Pues hubiera sido un ingeniero desgraciado. No me importa si hubiera “triunfado” económicamente hablando. Nunca me ha importado. Escogí escribir y no he dejado de hacerlo. Hay seis libros que andan por ahí... Que se defiendan solos. Me dan motivos para seguir viviendo y seguir escribiendo. Ya habrá una nueva recapitulación, quizá cuando lleve seis libros más, o quizá antes. Por lo pronto, he ahí a un viejo escritor iracundo. Y, paradójicamente, felicérrimo y no un ingeniero desgraciado. Desde El trabajo era una fiesta hasta Una muerte inmejorable, que es la novela que fue premiada en las postrimerías del 2013, la que se presentará el próximo jueves 31 de julio en Miguel Ángel de Quevedo 690, Coyoacán a las 19:00 horas.





La recapitulación.

El trabajo era una fiesta. Y el PRD, con sus 600 muertos era,
en aquellos años, una organización heroica.
El trabajo era una fiesta (Memorias de campaña), 1999. Lo publicó el sello del Partido de la Revolución Democrática a través de dos inventos míos la SEA Popular (Secretaría de Estudio y Acción Popular), y el G-OASISS (Grupo Organizador de Asuntos Sin Importancia Sustancial y Similares), aunque con dinero de Octavio Hernández Calzada. Este es un libro de militante de izquierda, fue escrito al alimón con Octavio Hernández Calzada. Una preciosa y conmovedora experiencia de lucha política, de solidaridad, de organización y, lo más hermoso, de victoria popular. Una denuncia acerca de unos cuantos de los muchos crímenes cometidos por el partido más criminal y traicionero que ha habido en la historia de México, ya saben cual. Eran, todavía, las épocas gloriosas del PRD, cuando los chuchos no se habían apropiado del partido ni lo habían convertido en la bacinica del gobierno que es hoy. El desmadre del SEA Popular y el G-OASISS era debido a la urgencia de aligerar las múltiples transas y fraudes electorales y de muchos otros tipos, además de la rígida burocracia que imponían, ya desde entonces, los chuchos.


Apostatario (Tres ejercicios de blasfemia) se publicó, en 2005, por la editorial Arengador, que fundó y sostenía haciendo de todo el escritor Ricardo García Muñoz en Guanajuato. Allá, en la cuna de El Yunque, el nido de la ultraderecha mexicana. La impresión y el papel me lo regaló el periódico Correo, del cual poco después me corrieron por burlarme de los honorabilísimos señores diputados del PAN. El motivo de la chacota a costillas de los panistas fue que publicaron un desplegado con alarmantes faltas de ortografía y redacción. Los panistas son vengativos, ojetes, mezquinos y rateros.


Los católicos no soportan el Apostatario. Burla y
misticismo juntos, ¿será posible?


Apostatario consta de seis cuentos en los que, fundamentalmente, se trata el tema del humor —en la faceta de la burla, la ironía y el sarcasmo— y, por otro lado, la relación con lo divino. Además de burlarse de la iglesia esa cuyos ministros, según la Organización de Sobrevivientes a los Ataques Sexuales de Sacerdotes Católicos, han violado a, ¡agárrense!, alrededor de un millón de niños en todo el mundo católico. Cifras conservadoras. Apostatario es la burla contra los dogmas, el divertimento alrededor de algunas de las farsas católicas más infantiles y recalcitrantes, pero también —y tal es la otra vertiente— es un encuentro muy personal con lo divino, es decir, una herejía, pero es que la idea de Dios o de la divinidad es, sin duda, una construcción muy personal. En otra época, este libro habría provocado el achicharramiento en leña verde de su autor. Ahora la jerarquía católica se tiene que tragar lo que opino, lo que sé, lo que creo, acerca de ellos.

El Fiestas en la fiesta. Y con alcohol. Salud.
Fiestas es un libro de puro desmadre. Sólo contiene narraciones de fiestas. Soy un viejo dionisiaco, fiestero. Esa hermosa palabra aparece en los títulos de tres de mis libros. Se publicó en el 2011 bajo el sello de la editorial Eterno Femenino que dirige, administra, imprime libros, los arma, etc., etc. Y al final los vende además de hacer todos los trabajos, como barrer y trapear, la editora y también escritora Noemí Luna García. Fiestas es la recopilación de treinta años de practicar el cuento. Es una especie de antología personal. Está ahí el primer cuento de mi vida, el que, rigurosamente hablando, ni siquiera es cuento y otros por el estilo, hasta cuentos muy sagaces y bien armados. En este libro van dos cuentos que ganaron sendos premios, uno de ellos de convocatoria nacional. Todo empezó en el taller del poeta Manuel Rodríguez Herrero (qepd) y siguió en el del maestro Edmundo Valadés (qepd). Amo el fiestas. Amo las fiestas.


Este librito titulado La fiesta (Cuando bajaron los ratones) lo publicó el poeta Alejandro Campos Olivier en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Lo cual ocurrió en el 2011. Es una hermosa edición de un solo cuento que se llama La fiesta (Cuando bajaron los ratones), cuento que está en el libro Fiestas. Es un relato muy anárquico y bárbaro. Retrata las costumbres del barrio bajo, la violencia y los goces un
Hermosa y sencilla edición. Un cuento que ha sobrevivido
a intentos de destrucción y ha sido reelaborado diez veces.
tanto asalvajados de los h
abitantes de estos lares. Una linda muchacha que fue mi esposa leyó este cuento en borrador. Varias horas después me dijo “Leí la mierda esa que escribiste. La destruí y la puse donde debía estar, en el escusado. Y le jalé a la palanca del agua”. Luego agregó “Si hubiera sabido que eras capaz de escribir eso no me hubiera casado contigo”. En efecto, poco después nos separamos para siempre. Es un buen cuento terrible. Lo escribí más de diez veces hasta que lo publiqué y desde entonces no lo he tocado. El cuento fue escrito en su origen en la ya lejana época del taller de Manuel Rodríguez Herrero allá por el 1982 u 83.

Es una mujer insoportablemente hermosa, una de ésas que la ves y sientes que te caes de nalgas. Divinamente bella. Se lía con un buen caballero católico, conservador, decentísimo y gran conocedor de la literatura, profesor de tal materia en una universidad confesional. Ocurren sucesos inesperados y en
Una gran belleza femenina. Una comedia de equivocaciones,
además del poder eclesiástico, el político y el superior: la
belleza.
semejante relación salen chispas. La novela roza la pornografía y golpea tan duro como le es posible, otra vez, a la iglesia aquélla de que hablábamos y a una de sus organizaciones emblemáticas en México, El Yunque, los que quieren, humildemente, “Implantar el reino de Dios en la tierra”, me cae de madre, así dicen y lo intentan por la buena, pero mejor a chingadazos, porque la gente no entiende. La novela se publicó en octubre de 2012 bajo el sello de Eterno Femenino.



En 2013, la novela Una muerte inmejorable, después de batallar por unos seis o siete años, ser reescrita tres o cuatro veces, participar en algunos concursos corrompidos y en otros legales en donde fue finalista, vuelta a corregir... por fin ganó el concurso a que convocó la editorial De Otro Tipo, que dirige el escritor Walter Jay Nava.

Una muerte inmejorable, premiada por la Editorial
De Otro Tipo.


Sexo, muerte, droga, lucha social, mujeres y la percepción o el sentimiento de lo divino o el desapego de la realidad. El asalto místico como contraparte de la aparición desaforada de los instintos, el reino de este mundo. La lucha de un pobre hombre contra su destino final, el de todos: la muerte. Novela tanática por lo cual es no menos erótica hasta rayar con la pornografía, dicen.
Una muerte inmejorable se presenta en avenida Miguel Ángel de Quevedo número 690 el próximo jueves 31 de julio a las 19 horas. Habrá vino de honor y el espectáculo de la coreógrafa, bailarina y poeta Luz Ureña, además de los presentadores: Agustín Ramos, Jorge Borja y Walter Jay Nava.



Una muerte inmejorable. La muerte es lo último.
Este libro lo es hasta este momento.