domingo, 16 de marzo de 2008

Día internacional de lo mejor que hay en el mundo: las mujeres

La vida es (más) de las mujeres

Pterocles Arenarius




El mundo se siente solo y necesita el
consuelo de las caderas y los pechos
de las mujeres. Y lo pide con mil
manos y millones de voces.

Clarissa Pinkola Estés
(Mujeres que corren con los lobos)


El 8 de marzo fue declarado por la ONU el día internacional de la mujer desde 1977. Sin duda es bueno que se declarase un día mundial de la mujer, al menos para recordar que todavía falta mucho que hacer en favor de muchas mujeres en gran cantidad de países del mundo.
Lo esencial es que las mujeres son, estadísticamente, la mayor parte de la especie humana. A contrapelo de la supuesta mayor fuerza masculina, las mujeres son más resistentes, más adaptables, más ad hoc al mundo. ¿Más evolucionadas? Bueno, hay un detalle biológico ineludible: el cuerpo femenino está más especializado que el masculino, tan obvio como que el cuerpo de la mujer cuenta con un orificio más que el del hombre para realizar las funciones fisiológicas. En efecto, la uretra es usada por el cuerpo humano masculino para dos funciones: orina y eyaculación; mientras el cuerpo de la mujer cuenta con dos vías para la realización de las sendas funciones, una para la orina y otra para las funciones reproductivas. Este detalle minúsculo e incluso de mal gusto es demasiado importante en múltiples ámbitos, pues determina a los seres desde su parte esencial, la biológica, la animal. Porque además es el primer atisbo de las múltiples diferencias derivadas de la enorme variedad hormonal y fisiológica.
Detalles no menos importantes son los siguientes: mientras entre el género masculino suelen darse los picos de la genialidad, también se dan las simas de la estupidez o las malformaciones mentales congénitas, entre las mujeres se presenta el sano promedio de la inteligencia normal. Testimonios claros de esto son cárceles, manicomios, hospitales y otros albergues para gente imposibilitada. Hay muchos más hombres en estos sitios que mujeres. Igualmente hay diferencias en los conflictos armados –salvo cuando ocurren ataques a la población civil, costumbre cada vez más abominablemente común en las guerras– mueren más hombres que mujeres, de hecho, los enfrentamientos de la guerra regular, siempre son entre hombres, aunque hay salvedades. En general, los infantes femeninos sobreviven más que los masculinos, por eso en todo recuento de población, hay un pequeño pero constante y notable porcentaje de mayoría femenina.
Los hombres y las mujeres somos, por fortuna, muy diferentes, si nos asomamos al detalle. Sin embargo, seríamos muy idénticos si nos atuviésemos a lo general. Por supuesto que, en la civilización, la mujer debe gozar de tantos derechos –si no es que más, por las razones del tremendo trabajo de la gestación y la parición de la especie– que el hombre. Tan diferentes somos que ellas se encargan del trabajo más duro para procrear a la humanidad y nosotros, los hombres, sólo de la parte placentera, hablando en términos biológicos.
Las inteligencias masculina y femenina son cualitativamente muy diferentes y cuantitativamente idénticas. Pero eso no descarta que cualquiera, sea hombre o mujer, pueda desarrollar una inteligencia con las cualidades del otro género. Sin embargo, hay más locos (y genios) que locas y genias; de igual manera los criminales hombres son muchos más y mucho peores que las mujeres. Es decir, entre las mujeres se conserva el sano promedio de la buena inteligencia humana. Cuanto se anota, por supuesto, debe considerarse sin generalizaciones absolutistas.
Todo lo anterior ocurre en el ámbito de la sociedad actual. Pero no es menos esencial el hecho de que esta sociedad deviene de la historia y aun de la prehistoria, las cuales la determinan en gran medida. Los antropólogos y los historiadores han establecido que la sociedad humana más antigua, estable, duradera e incluso eficaz ocurrió en la prehistoria, cuando las mujeres dirigieron a los grupos humanos, en el comunismo primitivo matriarcal, cuando Dios era mujer.
Este último concepto, que aún es discutible para muchos estudiosos de la historia, parece, sin embargo, perfectamente lógico: en los momentos inmediatamente posteriores a la culminación humana llamada “el despertar de la consciencia” o “el amanecer espiritual”, como suelen llamarlo algunos filósofos, es decir, el momento en que el simio dejó de serlo porque apareció un congénere que descendió de los árboles, colocándose en una letal vulnerabilidad que lo obligó a crear, a apelar –con riesgo de su existencia como especie– a la inteligencia, al raciocinio, a su ejercicio y, con esto, a su inmenso, desmesurado, desarrollo; así como un músculo que se ejercita demasiado se hipertrofia, de igual manera ocurrió con la inteligencia. Para sobrevivir. Pero esa especie (homo neandertalensis, Cro-magnon) atinó en el desarrollo de tal facultad, la inteligencia, que se convirtió en un arma desmesurada que logró no sólo la victoria de sobrevivencia de la humanidad, sino, a largo plazo, mucho, muchísimo más: el arte, la ciencia, la gloria descomunal y la inmensa catástrofe que al mismo tiempo es la civilización.
Pero regresemos porque los conceptos se encadenan y su ilación me abruma. “Dios nació mujer”, afirma el filósofo español Pepe Rodríguez. El homo-Cro-magno nensis, a pesar de su inteligencia asombrosa, comparable con la del hombre moderno –de hecho aún es normal encontrarse con muchos de ellos, sobreviven en las corporaciones policiacas y en otros oficios “para hombres”–, no estaba en posesión in illo témpore de un conocimiento fundamental: su papel en el proceso de la procreación. Ignoraba que el hombre ponía la mitad de los cromosomas en esa actividad, deporte favorito de los seres vivos, que es reproducirse y más sabroso todavía si se hace sexualmente. De tal manera que la mujer era la dadora de vida. Por la mujer se reproducía la especie. Y lo hacían ellas solas, si acaso, pensarían nuestros heroicos antepasados, “en algo ayudará que les metamos este maravilloso instrumento que les metemos, pero ellas hacen todo el trabajo para dar al mundo las criaturas que luego serán nuestros sucesores y así los hu manos no desaparezcamos”. Parece obvio que, en efecto, Dios nació mujer. Pero además lo han confirmado los más antiguos residuos arqueológicos hallados: las prodigiosas Venus prehistóricas con caracteres esteatopígicos (apropiados de la mujer multípara: senos abundantes, caderas descomunales, vientre hospitalario), obras de arte fundacionales de la humanidad, en los tiempos en que nacía el pensamiento y con él los lenguajes y detrasito la filosofía, la aritmética, la astronomía y los descendientes cercanos de Adán iban nombrando las cosas de aquel tan maravilloso como peligrosísimo e implacable mundo.
Hasta que, algunos millones de años después, ocurrió la revolución del neolítico. Es cuando los hombres, por alguna razón, descubren su papel en el proceso de la concepción. El origen común de palabras como semen y semilla (del latín seminia, seminium), demuestra que, asimismo, el descubrimiento del papel masculino en la concepción, lleva a los machos al descubrimiento, o invención, de la agricultura (o bien, quizá, al revés en el tiempo) y con ello –sustentados en su mayor fuerza muscular determinada por la fisiología– a la apropiación de la tierra para sembrar y de la mujer o las mujeres para concebir, según el poder de cada sujeto. La revolución del neolítico la fechan los historiadores no más allá de los diez mil años. La humanidad tiene una edad de unos tres millones de años, según los descubrimientos de los paleontólogos. Podríamos decir que mientras la humanidad fue gobernada por el poder femenino sobrevivió durante una eternidad de tres millones de años, mientras que en los seis u ocho mil años en que ha estado bajo el gobierno masculino, nos encontramos al borde de la hecatombe ecológica y muchas veces estuvimos muy cerca del autoexterminio mediante armas increíblemente destructivas, descubiertas o inventadas en el último medio siglo, gracias a aquella inteligencia desmedida y desquiciada que logró desarrollar nuestra especie luego de haber apostado su propia existencia.
A partir de la revolución del neolítico el género femenino ha sido víctima de actos terribles de parte del poder macho. Desde el sometimiento al poder machista, tanto familiar como social, económico y político incluyendo la categorización de un estatus de menor de edad para las mujeres y la poligamia (jamás la poliandria, por supuesto) en los países islámicos, hasta la mutilación genital o la lapidación como actos legales.
Sin embargo, en este momento, al menos en el mundo occidental, presenciamos el regreso del poder femenino. Las mujeres han demostrado que pueden ir a las guerras, realizar los trabajos más pesados o sucios (incluyendo “los que ni los negros quieren hacer”, según dijo uno de nuestros prominentes filósofos), hasta realizar las sublimes creaciones artísticas o bien los descubrimientos científicos y también dirigir cualquier empresa o nación, incluyendo su propia vida. Recordemos que apenas hace 50 años en casi ningún país del mundo podían votar las mujeres ni mucho menos ser candidatas. Hoy la situación está cambiando aceleradamente. Incluso en las relaciones sexuales ocurre lo mismo. Hoy, las más recatadas de ellas se comportan como lo hicieran las más atrevidas (putas o locas) de apenas un cuarto de siglo atrás. Las mujeres también pueden tomar la iniciativa, en ejercicio de su propia libertad. Los hombres nos reeducamos a las nuevas condiciones, porque eso es y será para bien. Jamás la exclusión, el sometimiento de un sector de la humanidad será para darnos mejores condiciones.
Lo anterior es bueno. Incluso a pesar de los excesos. Esto viene a cuento porque hay una diputada federal del PRD (Leticia Quezada, si no me miente la memoria) quien va a presentar un proyecto de ley que penalizará “las miradas lascivas” de los hombres contra las mujeres. Será interesante saber quién determinará qué mirada es lasciva y por qué. Cuáles serán las penas por perpetrarlas y si tales miradas serán responsabilidad sólo de los libidinosos machos y jamás de las mujeres que suelen vestirse ex profeso para provocar las miradas en mención y cómo se reglamentará hasta dónde una mujer provoca tales miradas al proporcionar a los lascivos miradores sus propias “imágenes lascivas”: senos casi por completo a la vista, vientres, piernas, caderas e incluso glúteos al aire libre. Gracias a Dios a las mujeres esto les parecerá una tontería, hay que ver los trajes de baño de moda y la ropa interior, más que la exterior que ahora usan las mujeres, incluso las adolescentes, con la intención de que “sea visible” aunque convoquen a la lascivia, sin duda, hablo de ese calzón llamado hilo dental que muestra adornos que necesariamente dejan de ser propios de la ropa interior y que tienen que hacer visibles las partes (cada vez voluntariamente menos) privadas del cuerpo de las mujeres. Aleluya.
Junto con la lucha en favor de pluralidad del pensamiento, la libertad para todos y la igualdad de derechos hay que combatir con la misma enjundia contra la estupidez y la ignorancia aunque provenga de “representantes populares”.
Finalmente, aunque no tenga que ver tanto con el tema del día internacional de la mujer, deseo denunciar un acto bestial que sirve también como ejemplo de que (casi) sólo un ejemplar del género masculino sería capaz de llevar a cabo algo así:
Un mal bicho de nombre Guillermo Habacuc Vargas ha perpetrado un crimen espantoso y pretende justificarlo en nombre del arte. Este sujeto cuya descomposición espiritual es inconcebible presentó una “obra de arte” en la bienal de artes plásticas en la Galería Códice de Managua, Nicaragua, en 2007; el crimen consistió en encadenar a un perro callejero muy cerca de un muro hasta dejarlo morir de hambre y sed, a la vista y para deleite de un público sin duda, cultísimo y de gusto inmejorable.
En el mundo ya ocurren demasiadas brutalidades, monstruosidades de injusticia y de crimen. Dejemos eso a los que, en la lucha por el poder, no se detienen ante el asesinato, el terrorismo en función del poder, la tortura y la crueldad más espantosa (legalizada, además, como ocurre en el régimen de George Bush). No deberíamos permitir que un farsante pretenda autonombrarse artista cometiendo una bestialidad como la de matar de hambre y sed a un inocente perro para alimentar su pútrido ego y apropiarse así de sus quince minutos de fama. Ese pendejo no es artista, es un criminal. El mal bicho de nombre Habacuc Vargas pretende que perpetrar crímenes como el que realizó lo colocará en el estatus de creador de “arte”, pero su “obra” sólo colabora para engrandecer la vergüenza de la humanidad y nada tiene de arte.
Es posible exigir que Guillermo Habacuc Vargas no se presente en una nueva bienal –quién sabe qué hazaña se le ocurra al señor– firmando la carta que se encuentra en el vínculo:
http://www.petitiononline.com/13031953/petition.html

jueves, 13 de marzo de 2008

Benedicto XIV rechazado

Inauguración del Año Académico en la Universidad de La Sapienza de Roma
La ciencia moderna y la defensa del laicismo académico

El Papa Benedicto XVI, invitado por las autoridades académicas de la mayor universidad pública de Europa -La Sapienza, de Roma- a inaugurar con una conferencia el año académico, tuvo que renunciar a última hora debido a las grandes protestas de los estudiantes y de un sector importante del profesorado. Significativamente, en una degradada vida universitaria en la que el grueso de las humanidades parece haber sucumbido al fundamentalismo relativista (hermano gemelo del absolutista), el honor de la laicidad académica tuvo que ser defendido, una vez más, por los científicos naturales.Por su interés filosófico y político-cultural, ofrecemos a continuación, la breve carta abierta que fuera reproducida por toda la prensa italiana y dirigida al Rector de La Sapienza por 67 físicos italianos docentes e investigadores de esa universidad.

Magnífico Rector:

Con estas pocas líneas queremos hacerle presente el hecho de que compartimos totalmente la carta de crítica que nuestro colega Marcello Cini le ha dirigido desde la prensa a usted a propósito de la desconcertante iniciativa que preveía la intervención del Papa Benedicto XVI en la inauguración del Año Académico en la Universidad de La Sapienza. Nada que añadir a los argumentos de Cini, salvo un particular. El 15 de marzo de 1990, todavía cardenal, en un discurso en la ciudad de Parma, Joseph Ratzinger hizo suya la afirmación del filósofo Feyerabend [en su libro Contra el Método]: "En la época de Galileo, la Iglesia se mantuvo mucho más fiel a la razón que el mismo Galileo. El proceso contra Galileo fue razonable y justo". Son palabras que, en cuanto científicos fieles a la razón y en cuanto docentes que dedican su vida al progreso y a la difusión de los conocimientos, nos ofenden y nos humillan.En nombre de la laicidad de la ciencia y de la cultura, y en el respeto de este nuestro Ateneo abierto a docentes y estudiantes de cualquier credo y de cualquier ideología, esperamos que el incongruo evento pueda todavía ser anulado.De esta manera, Marcello Cini, prestigioso físico italiano, profesor emérito de la "La Sapienza", conseguía la adhesión espontanea de 67 físicos italianos, docentes e investigadores de la Universidad, producto de su carta abierta al rector Renato Guarini enviada en noviembre de 2007.Señor Rector:He tenido conocimiento de una nota del primero de noviembre de la agencia de prensa Apcom que dice: "se ha cambiado el programa de la inauguración del 705º Año Académico de la Universidad de Roma La Sapienza, que en un primer momento preveía la presencia del ministro Mussi para oír la Lección Magistral del Papa Benedicto XVI". El Papa "estará allí, pero después de la ceremonia de inauguración, y el ministro de Universidades Fabio Mussi, en cambio, no asistirá".Como profesor emérito de la universidad La Sapienza -precisamente en estos días se cumplen cincuenta años desde que entré a formar parte de la facultad de Ciencias matemáticas, físicas y naturales, a propuesta de los físicos Edoardo Amaldi, Giorgio Salvini e Enrico Persico-, no puedo dejar de expresar públicamente mi indignación por Su propuesta, comunicada al Senado académico el 23 de octubre, torpemente reparada posteriormente con un remiendo que intenta esconder el agujero, al tiempo que mantiene sustancialmente su objetivo político y mediático.No quiero comentar el hecho de que Ud. fue elegido gracias a los votos determinantes de un electorado laico. A un católico democrático –representado para todos por el ejemplo de Oscar Luigi Scalfaro en el transcurso de su septenato de presidencia de la República– nunca le hubiera pasado por la cabeza olvidarse de que desde el 20 de septiembre de 1870 Roma ya no es la capital del estado pontificio. Me detengo, más bien, en la increíble violación de la tradicional autonomía de la universidad –encarnada desde hace más de 705 años en el mundo de La Sapienza– que significa Su iniciativa.En primer lugar, a nivel formal. Si bien en los primeros siglos que siguieron a la fundación de la universidad la teología se enseñó junto a las disciplinas humanísticas, filosóficas, matemáticas y naturales, hace ya mucho tiempo que no queda rastro de ella en las universidades modernas, por lo menos en las universidades públicas de los estados no confesionales. Ignoro los estatutos de la universidad de Ratisbona donde el profesor Ratzinger pronunció la notoria lección magistral en la cual me detendré más adelante, pero insisto en que normalmente esta disciplina forma parte únicamente de las enseñanzas que se imparten en las instituciones universitarias religiosas. Los temas objeto de los estudios del profesor Ratzinger no deberían, por lo tanto, entrar en el ámbito de los argumentos de una lección, mucho menos de una lección magistral pronunciada en una universidad de la República italiana. Especialmente si se tiene en cuenta que, desde los tiempos de Descartes, para poner fin al conflicto entre ciencia y fe que culminó con la condena de Galileo por parte del Santo Oficio, se llegó a una separación de ámbitos de competencia entre la Academia y la Iglesia. Su clamorosa violación en el curso de la inauguración del año académico de La Sapienza habría sido considerada en el mundo como un salto atrás en el tiempo de más de trescientos años.En cuanto al aspecto sustancial las implicaciones habrían sido aún más devastadoras. Considerémoslas a partir precisamente del texto de la lección magistral del profesor Ratzinger en Ratisbona, de la que presumiblemente no se hubiera distanciado mucho la de Roma. En ella se expone claramente que la línea política del papado de Benedicto XVI se basa en la tesis de que la separación de ámbitos de las respectivas áreas de competencia ya no sigue siendo válida: "En el fondo..., se trata -cito textualmente- del enfrentamiento entre fe y razón, entre verdadero iluminismo y religión. Partiendo ciertamente de la naturaleza última de la fe cristiana y, al mismo tiempo, de la naturaleza del pensamiento griego ya fundido con la fe, Manuel II podía decir: No actuar 'con el logos' es contrario a la naturaleza de Dios".No quiero insistir en lo peligroso de este programa desde el punto de vista político y cultural: basta pensar en la reacción suscitada en el mundo islámico por apuntar a la diferencia que habría entre el Dios cristiano y Allah -atribuida a la supuesta racionalidad del primero frente a la imprevisible irracionalidad del segundo- que a su vez sería el origen de la tolerancia de los cristianos y de la violencia de los islámicos. Hace falta mucho valor para sostener esta tesis y esconder bajo el ala las Cruzadas, los progroms contra los judíos, el exterminio de los indígenas de América, la trata de esclavos, las hogueras de la Inquisición, con los que los cristianos han obsequiado al mundo. Lo que aquí me interesa, sin embargo, es el hecho de que de este enfrentamiento entre fe y razón se sigue una concepción de la ciencia como ámbito parcial de un conocimiento racional más amplio y general al cual debería subordinarse."La razón moderna propia de las ciencias naturales –concluye de hecho el Papa- con su intrínseco elemento platónico contiene un interrogante que la trasciende, junto con sus posibilidades metódicas. Ella misma debe simplemente aceptar la estructura racional de la materia y la correspondencia entre nuestro espíritu y las estructuras racionales que operan en la naturaleza como un dato de hecho en el que se basa su recorrido metódico.Pero la pregunta (el por qué de este dato de hecho) existe y las ciencias naturales deben trasladarla a otros niveles y formas de pensar a la filosofía y a la teología. Para la filosofía y, de forma distinta, par la teología, escuchar las grandes experiencias y convicciones de las tradiciones religiosas de la humanidad, especialmente de la fe cristiana, constituye una fuente de conocimiento; renunciar a ella significaría una reducción inaceptable de nuestro escuchar y responder". Más allá de estas circunlocuciones este discurso demuestra que en su nuevo rol el ex-jefe del Santo Oficio no ha olvidado la obligación que tradicionalmente compete a éste. Que ha sido siempre y continúa siendo la expropiación del ámbito de lo sagrado, inmanente en la profundidad de los sentimientos y de las emociones de todo ser humano, por parte de una institución que reivindica la exclusividad de la mediación entre lo humano y lo divino. Una apropiación que ignora y envilece las innumerables y distintas formas históricas y geográficas de esta esfera tan íntima y delicada sin respeto por la dignidad personal y la integridad moral de todo individuo.Sin embargo ha cambiado la estrategia. Puesto que ya no puede servirse de hogueras y penas corporales ha aprendido de Ulises. Ha utilizado la efigie de la Diosa Razón de los iluministas como caballo de Troya para entrar en la ciudadela del conocimiento científico y ponerla a raya. No exagero.¿Qué otra cosa es, solo para poner un ejemplo, el apoyo explícito del Papa a la así llamada teoría del Diseño Inteligente, si no el intento dirigido, por lo demás, a través de una negación de la evidencia histórica, un vulgar vuelco de los contenidos de las controversias internas de la comunidad científica y el viejo artificio de la caricatura de las posiciones del adversario de reconducir a la ciencia bajo la pseudo-racionalidad de los dogmas de la religión? ¿Como deben haber reaccionado los colegas biólogos y sus estudiantes frente a un ataque más o menos indirecto a la teoría darwiniana de la evolución biológica que es el fundamento, en todo el mundo, de la moderna biología evolutiva?No llego a comprender, por lo tanto, las motivaciones de Su propuesta tan inconsiderada y dañina para la imagen de La Sapienza en el mundo. El resultado de Su iniciativa, incluso en la forma edulcorada de la visita del Papa (con "un saludo a la comunidad universitaria") inmediatamente después de una inauguración inevitablemente clandestina, será, de todas formas, que el día siguiente los titulares de los periódicos serán (no se puede pretender que sean tan sutiles): "El Papa inaugura el Año Académico de la Universidad La Sapienza".Felicidades, señor Rector. Su retrato permanecerá junto a los de Sus predecesores como símbolo de la autonomía, de la cultura y del progreso de las ciencias.

lunes, 10 de marzo de 2008

El régimen de Alvaro Uribe en Colombia

Uribe Vélez y su estado narco - paramilitar
por: red de noticias alternativas



Definitivamente la insensibilidad, crueldad y bestialidad del mesiánico y falaz dictadorzuelo Uribe Vélez no conoce límites ni escrúpulos, el cinismo que caracteriza este siniestro personaje ha quedado evidenciado una vez más con el manejo irresponsable y oportunista de torpedear el acuerdo humanitario y que pone de presente nuevamente los alcances vulgares de este sinvergüenza amoral que se hace llamar presidente de Colombia.

Mas allá de patético novelón mediático montado por Uribe, en Colombia, hoy más de dieciocho millones (18'000.000) de niños y jóvenes colombianos mueren y son sometidos a tratos crueles, inhumanos y degradantes, obligados a una vida de miseria, llena de hambre, desnutrición y privaciones de todo tipo. Abatidos por la absurda guerra y el hambre física, miles de niños y niñas, son explotados laboralmente, empujados a la prostitución, a la mendicidad, a la drogadicción, al hurto, a deambular por las calles de las grandes capitales bajo la mirada indolente de un Estado y una clase poderosa minoritaria que ostenta y derrocha las riquezas infinitas del país mientras los niños mueren de hambre en las calles sin ningún tipo de protección y ayuda.

Pese a las manipuladas y maquilladas cifras y estadísticas del estatal y mentiroso DANE (Departamento Nacional de Embustes) y a riesgo que se diga que los organismos internacionales son adiestrados y mal informados por los terroristas en Colombia, veamos algunas situaciones del país que quiere y ama Uribe y su Estado Criminal.
Según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) en su último informe de 2006 arroja crudas cifras que no mienten:
En Colombia, el 49,2% de la población vive bajo la línea de pobreza y el 14,7% en condiciones de pobreza extrema. La pobreza rural asciende al 68,2%. La pobreza afecta desproporcionadamente a las mujeres, a la población infantil, a los grupos étnicos y a los desplazados. La magnitud de la pobreza e indigencia entre niños y adolescentes colombianos es del 45% (pobres) y 17%(indigentes). Si sumamos, tenemos un resultado escalofriante el 62% de los pequeños Colombianos no tienen acceso a ninguna esperanza de vida plena y se debaten entre la desnutrición, la insalubridad y la ignorancia.
De acuerdo con información de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación ), el hambre en Colombia crece a un ritmo que supera la velocidad con que lo hace en otros países en vías de desarrollo. Incluso, por encima de África Subsahariana. Superado por el Congo y Sudán, cientos de los hogares desplazados sufren hambre aguda.

En algunas regiones de Colombia, como Chocó o la Guajira , existe hambre y los niños de densas poblaciones de raza negra o indígena, mueren de inanición, como en África, y de abandono estatal. De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) Colombia es el país número once con mayor desigualdad en el mundo.
El director de UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la infancia) para Colombia Manuel Manrique Castro, afirma que según las cifras oficiales en Colombia hay casi 17 millones menores de 18 años de edad. En el país 900 mujeres mueren cada año por razones del parto. Veinte mil niños, menores de un año de edad, mueren cada año en Colombia por causas prevenibles, es decir, por enfermedades diarreicas, respiratorias o por desnutrición.

Las cifras más recientes de carácter oficial, correspondientes al año 2006, indican que 12 de cada 100 niños y niñas menores de 5 años sufren de desnutrición crónica; El 44.7 % de las mujeres gestantes son anémicas o el 11 % darán a luz bebés con bajo peso, el 53 % de los menores de 6 meses de edad no reciben lactancia materna exclusiva, el 36 % de la población tiene una deficiente ingesta de proteínas, El 41 % del total de hogares colombianos manifiesta algún grado de inseguridad alimentaria.
Entre 2002 y 2005 hubo 5,674 menores de edad asesinados y las tasas de suicidio siguen incrementándose entre los niños, niñas y adolescentes, especialmente entre los indígenas. En el 2005, 1,786 personas cometieron suicidio, 191 de ellas eran menores de edad.
Se estima que 50.000 mujeres, niñas y niños colombianos han sido víctimas del Tráfico de personas hacia el exterior. En Colombia la prostitución infantil ha crecido tres veces en los últimos tres años, existiendo aproximadamente 35 mil niños y niñas están vinculadas a la explotación sexual. Según el mismo estudio, la edad en que se induce a la actividad se ha reducido incluso por debajo de los 10 años.

La prostitución infantil en Santa Marta, uno de los más importantes balnearios del Caribe colombiano, ha registrado un alarmante crecimiento del cien por ciento en el último año, advirtió La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de Naciones Unidas (ONU), precisó que un estudio realizado muestra que la prostitución infantil en ese balneario es ejercida mayormente por niñas de entre 8 y 12 años.
La afluencia de visitantes extranjeros de altos ingresos y la actividad portuaria, en particular la de multinacionales que exportan carbón (DRUMMONT), son mencionados como algunos de los factores que han propiciado el crecimiento del turismo sexual en Santa Marta. Las autoridades establecieron que las menores prostitutas cobran de 1.000 a 2.000 pesos por cada relación sexual.

Según una denuncia publicada por el diario El Tiempo (06/10/07, Pág. 1-6), MICHEL J. COEN, sargento segundo del EJÉRCITO DE ESTADO UNIDOS y su hombre de confianza CÉSAR RUIZ, ingresaron el pasado 25 de agosto a la base de Tolemaida en Melgar (Tolima) con una niña de 12 años de edad. Un informe confidencial asegura que en el apartamento de Ruiz, Coen obligó a la menor de edad a tener relaciones sexuales. "No hay duda de que hubo acceso carnal", aseguró la sicóloga que valoró a la niña.

Más de la mitad de la población que ha sido desplazada en Colombia durante los últimos seis años son niñas y niños (1'100.000). Aproximadamente millón y medio de niñas y niños, de 7 a 17 años, trabajan en Colombia. De ellos, el 90% lo hacen en el sector informal de la economía y más del 25% se encuentran en riesgo y peligro.

Asimismo la UNICEF (2006) sostuvo que en Colombia trabajan más de 2.500.000 niños y niñas. De este total 1.700.000 son adolescentes entre 12 y 17 años y 800.000 son niños y niñas de entre 6 y 11 años. El 80% trabaja en el sector informal. 323.000 niños y niñas se encuentran trabajando en el servicio doméstico en hogares de terceros. La calle, los talleres, las plazas, los almacenes, los depósitos, los cultivos y las plantas de producción son los principales lugares en los que trabajan los niños de Colombia.

El mismo estudio arrojó, que en la zona rural se encontró que el 87% de los niños y el 50% de las niñas de 10 a 11 años son trabajadores agropecuarios, que laboran diariamente entre 12 y 15 horas, en promedio.

Entre el 20% y el 25% de los niños trabajadores desempeña ocupaciones de alto riesgo. Este porcentaje sube a 70% en el sector agropecuario.