miércoles, 15 de julio de 2009

La enseñanza de ti

La enseñanza de ti
(El prodigio de habitarte)

Pterocles Arenarius



Aquí debería ir tu nombre



Aprendí la cultura de tu cuerpo.
Me exilio en ti, maravillado,
me civilizaste en tu belleza,
después me has refugiado en tu escondite secreto,
oscuro, tibio;
donde me has hecho más tuyo aun
que de mí.
Tan tuyo ya que hoy no me pertenezco.
Soy de ti, soy
de ese tu lugar secreto
donde me otorgaste el íntimo homenaje
―con que una mujer agracia―
de refrendar mi hombría.
Así es que se me dio la fascinación
de disciplinarme a la orden de tu cuerpo.
Sólo así ―como en toda tierra― es posible
el prodigio bendito de habitarte.