lunes, 28 de abril de 2008

Hoy publicó una carta en La Jornada el señor KK

Sólo un ciego voluntario puede afirmar que no hubo fraude en las elecciones presidenciales de 2006. Si la solución era tan fácil y de bajo costo en todo sentido como hacer el recuento de voto por voto y casilla por casilla, entonces ¿por qué prefirieron el camino difícil de evitar el recuento que provocó desconfianza hasta en los que sí creían en la legalidad de la elección y el alto costo de seguir incubando el enfrentamiento? Por una sencilla razón: el fraude era obvio y los que querían ocultar lo poco que era posible ya ocultar lo supieron siempre, como que ellos lo prepararon. El fraude, como todos sabemos, ocurrió en muchos ámbitos, porque el triunfo de Andrés Manuel fue amplio. Así que se robaron miles o cientos de miles de votos y se agregaron otros tantos realmente inexistentes. Así impusieron a Felipe Calderón, un presidente pelele de los que le hicieron tan ingente regalo. ¿Eso es obra de un solo hombre como dice el señor Krauze Kleinbort?
Andrés Manuel dijo, según cierta grabación filtrada “El movimiento soy yo”. Yo digo que sí, si es que las becas para los ancianos, las dieciocho preparatorias de la Universidad de la Ciudad de México, la propia UCM, las becas para los discapacitados, para las madres solteras, hoy también para los estudiantes, los segundos pisos, etc. Si todo eso es López Obrador, queremos más López Obrador.
Y lo defenderemos tomando el tramo Zócalo-Madero-Juárez-Reforma o el Congreso durante los meses que sean necesarios. Porque defender a AMLO es defender a la mayoría de los mexicanos y los intereses de nuestro país. Si es que todo eso es él.
Las situaciones riesgosas para el país las ha creado el grupo en el poder, al apropiarse mediante fraude del poder político, al prostituir a las instituciones que se ensañan con sus opositores y perdonan a gobernantes pederastas o castigan suavemente a narcotraficantes o bien se les escapan de sus prisiones de alta seguridad.
Y si alguien manipula, miente, calumnia y prostituye como nadie en el mundo es la poderosa compañía televisiva de la cual es socio el señor Krauze Kleinbort, quien ya perdió la vergüenza y la menor pretensión de ser un historiador con, aunque sea, un mínimo de credibilidad. Por último, en su debate con el polígrafo Alfredo Jalife-Rahme, la alusión coprofílica relativa a las iniciales de sus apellidos (KK) provino de él mismo, ca nadie la hizo antes.

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