viernes, 24 de abril de 2009

Cristos de la Tierra

Cristos de la Tierra
Pterocles Arenarius

Para Guadalupe Méndez

Hay en la tierra, y hubo siempre, treinta y seis hombres rectos cuya misión es justificar el mundo ante Dios. (…) No se conocen entre sí y son muy pobres. (…) Constituyen, sin sospecharlo, los secretos pilares del universo. Si no fuera por ellos, Dios aniquilaría al género humano. Son nuestros salvadores y no lo saben.

Jorge Luis Borges

Existen sujetos que suponen poseer la potestad de decirnos
Cómo vivir… en qué creer… y cuánto y cuándo sufrir…
Ellos suministran los dolores. Se hacen llamar jueces, policías,
dictadores, grandes empresarios, militares,
antes, simple y más honestamente se llamaban verdugos… o acaso monarcas…
Sujetos de esencial miseria del espíritu que supónense superiores
sobre el común de los humanos… y se creen elegidos de su Dios…
dueños de destino y vida de sus congéneres.
¿Motivos, “razones”?, les sobran: el color de la piel o de los ojos o del pelo…
Y con esa diferencia de tintura han justificado incluso el exterminio
De aquéllos que ―ellos creen― son diferentes e inferiores…

Existen otros hombres dotados de la rabia y el amor
La dignidad y la compasión. La furia junto ―oh paradoja― con el sentimiento de compartir el dolor humano.
Y éstos se arrogan, a veces sin saberlo, la misión de salvar
a la humanidad. Humildemente. Salvar a Pedro a Pancho a Juan…
A Guadalupe, Amaranta y Camila...
Que son la humanidad… el pueblo… la mayoría… los pobres…
los que generan el valor a partir de madre natura
: los que trabajan… y con sus manos han cambiado al mundo
… entre ellos surgen los salvadores, los cristos…
Y por el enemigo son templados sin piedad, endurecidos,
probados por el fuego y el dolor…
lucharán contra la depredación
los cristos son los que ―ridículos, soñadores, locos, paupérrimos, insensatos
habrán de luchar contra la opresión de la miseria (que no contra el pecado)
de los humildes… de los que trabajan
… y suelen llamarse Che, Gandhi, Zapata,
O bien Sandino…
Sandino…
Del pueblo siempre saldrá uno que tenga el tamaño descomunal de ser
tan simplemente humano. De amar tanto a sus iguales…

Y los que no aman vinieron a decirnos que Cristo nos salvó del pecado, pero
del pecado que cada cual se salve, si le parece bien.
Y si no… pequemos a discreción,
pequemos a destajo que el único pecado imperdonable es
la ignorancia, la propia dejadez o la miseria espiritual que vuelve a algunos
capaces de abusar, de explotar a otros humanos.
Fuera de eso “sigamos pecando”… La material miseria no es pecado…
Pues los verdaderos miserables son los que ansían el poder,
los que pueden matar por hacerse del poder para su beneficio material,
así de miserables son. Y no lo saben,
los que son capaces de usar como animales
a sus propios semejantes,
los que creyeran en la superioridad por cuestión de raza.
La miseria sí es pecado, pero sólo cuando es miseria espiritual…
Pues el miserable es el que al descubrir su condición anhela el poder
para ocultarse la inmensidad de su miseria
: la del espíritu…
Los hombres grandes son los cristos sandinos, los que entregan su vida
por los demás, por los humildes…
Los que encarnan al hombre más grande de la historia: Cristo, el hombre
que ―muy posiblemente― no existió, pero sobrevive
como la metáfora de la actitud suprema
que puede producir el hombre:
entregar la vida por los otros, por los humildes, por los que trabajan,
por los olvidados de la tierra y por las prostitutas.

1 comentario:

aracely dijo...
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