domingo, 4 de diciembre de 2011

Caza de citas 05-12-11

Caza de citas

Amo de tu silencio.

Esclavo de tus palabras.


Pterocles Arenarius

Salú, Jelipe, en medio de la matanza de los 60 mil, más lo que se junte en tu último año y el desastre nacional, ahora pégale a estos rejegos que dizque te van a acusar en la Corte Penal Internacional. Duro con ellos y saaaalú…

La Presidencia de la República dice: "El gobierno de la República rechaza categóricamente las imputaciones falsas y calumniosas que un grupo de personas realizan ante la opinión pública y en instancias como la Corte Penal Internacional.

¡Salú Jelipe!, sí, es un grupo, un grupillo de apenas 23 mil ardidos, Jelipe.

"Ante el clamor de ayuda expresado por los ciudadanos que sufren esta situación en algunas regiones y la petición expresa de sus autoridades estatales, el gobierno de la República ordenó que se apoyara a tales autoridades y se combatiera a la delincuencia organizada con estricto apego a la ley.

¡Ya no nos ayudes, Jelipe, mejor déjanos chupando tranquilos…! ¡Es más, salú!

"En los casos en los que desafortunadamente se ha tenido conocimiento de actos violatorios a los derechos humanos, el Gobierno mexicano no sólo los ha condenado enérgicamente, sino que ha procedido legalmente en contra de los responsables ante los tribunales competentes.

¿La neta, Jelipe, cuántos militares y policías asesinos por error o por voluntad están en la cárcel?

"Es absurdo siquiera tratar de equiparar lo que un gobierno democrático hace para preservar la ley y defender a las familias de los criminales (a ver, a ver, ¿el que redactó esta basura dice que el gobierno va a defender a las familias de los criminales?, ¿por qué no mejor defiende a las familias de los inocentes? O mejor todavía, ¿por qué no se consigue un manualito de redacción de nivel secundaria?), con delitos de lesa humanidad que son cometidos por Estados autoritarios, orientados al exterminio de una población por razones étnicas, religiosas o políticas. Ese no es el caso de México que tiene una democracia vibrante (Sí, vibra como a unos 20 grados Richter: ya mató a 60 mil; expulsó a 150 mil y desapareció a 30 mil. Catastrófica tu democracia, Jelipillo), con poderes independientes y equilibrados entre sí, con instituciones de derechos humanos autónomas y un sistema de libertades y garantías y vigencia de derechos humanos como pocas naciones en desarrollo. Diría ja ja ja si no hubiera tantos muertos. Ah, que Jelipillo.

No, Jelipillo, si no te acusamos de genocidio, ni de autoritarismo, tú no puedes ser autoritario más que en tu casa, nunca has gobernado entre los ricos, porque eres su empleado y tampoco entre los pobres, porque no te quieren. Te acusamos de estupidez criminal por empezar una guerra sin tener ni autorización (todo poder dimana del pueblo, etc, etc) ni el control de la situación ni siquiera el conocimiento y la información necesarios para vencer con el mínimo derramamiento de sangre y de desgaste de las famosas instituciones; te acusamos de terquedad criminal por no reconocer tus errores y no cambiar la estrategia que sigues y que ha venido fracasando por cinco años seguidos. ¿Qué empresa permitiría que su gerente general fracasara tan estruendosamente tanto tiempo? Mejor salú, Jelipillo.

"Las imputaciones al gobierno de México son claramente infundadas e improcedentes (Las imputaciones contra el gobierno de México es el último recurso, porque ningún gobierno se manda solo y los ciudadanos no podemos ni debemos ni queremos resignarnos a que se nos haya conducido a una guerra estúpida, sin otros resultados que el baño de sangre y los miles de muertos, desaparecidos y desplazados) … Sin embargo, constituyen en sí mismas verdaderas calumnias, acusaciones temerarias que dañan no sólo a personas e instituciones, sino que afectan terriblemente el buen nombre de México, (…) (El buen nombre de México fue dañado sí, y de manera irreparable por la matanza como forma de gobierno que tú has desatado, Jelipe; y han dañado más las permanentes violaciones a los derechos humanos contra pueblo en general por parte del ejército y la policía).

…por lo cual, el gobierno de la República explora todas las alternativas para proceder legalmente en contra de quienes las realizan (las acusaciones) en distintos foros e instancias nacionales e internacionales."

Jelipito… no-maaaaasss te’stoy mirando…, o séase que esa gente no tiene derecho ya ni siquiera al pataleo si no está de acuerdo contigo. Chale, Jelipín. Mejor Salú…



Y ahora, deslumbrémonos con la inmensa cultura del que, dicen, es el más popular de los presidenciables, con ustedes el erudito: Enrique Pelos necios Peña Nieto.

“He leído varios (libros). Desde novelas. En lo particular, difícilmente me acuerdo del título de los libros. La Biblia es uno. En algún momento de mi vida. Algunos pasajes bíblicos. No me leí toda, pero sí algunas partes. Sin duda en una etapa de mi vida fue importante, sobre todo en la adolescencia”. Bueno, si no recuerda ni los títulos de los libros que lo marcaron ¿qué significa?

He aquí (a confesión ―involuntaria― de parte, relevo de pruebas) a un sujeto que nada tiene que ver con los libros, pero que desea hacernos creer lo contrario.

La silla del águila, de (Enrique) Krauze. Luego otro libro de él, que quiero recordar el nombre, sobre caudillos. No recuerdo el título exacto. Estamos hablando de la descripción que hace de México y cómo transitamos del México de los caudillos al institucional. Creo que además, eh, con gran sustento histórico. Fue un libro que me gustó”.

¡Ayuda, ayuda! ¡Se ahoga, se hunde, ya nada más se le ve el copete!

Las risas comenzaron a escucharse y Peña Nieto intentó reponer la figura: “Leí incluso el otro, la antítesis de ese libro, las mentiras sobre… era… quisiera recordar el título del libro. Era de Krauze, La silla del águila. Aquí hay unos que leen más. Tú debes acordarte más cuál es. Hay uno que después salió, que eran las mentiras sobre este libro.

“¿Pinocho?” Dijo una reportera en voz alta, lo que de plano hizo que Peña Nieto se pusiera colorado. (…) (Luego de que el candidato priísta no fue capaz de recordar los tres libros más importantes de su vida, trató de justificarse): “… pues más o menos. Digo, la verdad es que cuando leo me pasa que luego no registro del todo el título (oh sí, claro, no registra el título, ni la introducción ni el cuerpo ni el final), nada más te metes a la lectura (¿y empiezas a roncar?), pero más o menos da la idea de algunos libros que he leído”.

Este señor, si de algo da la idea, es la de alguien que nada tiene que ver con los libros ni con la cultura, pero de que nos quiere ver la cara de tarugos haciéndonos creer lo contrario. En otras palabras es un mentiroso, aparte de ser ignorante. Y un ignorante que es mentiroso es un ser despreciable. ¿Y así quiere ser presidente de todos los mexicanos?

No hay comentarios: