viernes, 23 de diciembre de 2011

¿Quién?

Caza de citas


Pterocles Arenarius



Amo de tu silencio.
Esclavo de tus palabras.



El poeta Javier Sicilia afirmó que ninguno de los aspirantes presidenciales garantiza la gobernabilidad del país y como van las cosas “nos enfilamos directos a la continuación del desastre”.

Aseguró que por ese motivo es necesario impulsar un candidato moral de unidad que construya una agenda nacional con la ciudadanía.

“(…) Tendríamos que buscar entre todos a una persona moral, con una agenda común para salvar la democracia. Pero parece que todo se ha reducido al voto, al cheque en blanco”, reclamó el poeta.

(…) expresó que la ruta que siguen todos los aspirantes de distintos partidos políticos está orientada hacia el desastre, porque nadie puede gobernar con mayoría relativa, con una población fracturada y dañada, con un crimen organizado cambiando por todos lados y un país pulverizado. Nota del El Universal. Justino Miranda, 22 de diciembre 2011.

¿Quién podría ser el personaje que propone Javier Sicilia? ¿Tendría que ser un político que no sea de izquierda ni de derecha? ¿Existe? Los priístas dicen no ser de derecha ni de izquierda, pero los priístas mienten hasta cuando saludan, en efecto, no son de izquierda ni de derecha, son de sus intereses personales por encima de toda ideología y de todo grupo humano. Yo creo que ningún priísta es un buen candidato. ¿Un político de derecha? ¿Quién? No hay uno que cumpla con lo que dice Sicilia. ¿Tendría que ser un ciudadano que no se dedique a la política? Sí. Bueno, ¿Quién? ¿Dónde está ese hombre inteligente, sensato, extraordinariamente informado, gran conocedor de nuestra historia, de nuestra gente, de nuestros recursos, de nuestro país, de nuestras artes y nuestra literatura y honesto?, pero además que sea un hombre bueno. ¿Existe? ¿Y si existe, los políticos lo van a dejar? Y si los políticos lo dejan, ¿quién lo va a postular? ¿El propio poeta Sicilia está haciendo un autorretrato para candidatearse? Me parece bien, aunque siento que es un cordero entre una horda de lobos no sólo hambrientos, sino rabiosos: todos los políticos. Pero si Sicilia se autopropusiera como candidato a la presidencia yo lo apoyaría y haría campaña por él Pero ni siquiera el mismo Sicilia suscita un consenso ciudadano. ¿Entonces qué hacemos?

Yo votaré por Andrés Manuel. No sólo eso, haré campaña por él. ¿Por qué? Porque no es un político ratero. Nadie ha podido probarle actos de corrupción, por más que lo han intentado desde políticos corruptos, presidentes de la República hasta periodistas esos sí raterazos, mentirosos y corruptísimos, pasando por diputadetes rastreros y parásitos. Nadie ha podido probarle nada y vaya que lo han acosado, espiado, vigilado, amenazado y presionado.

Votaré por AMLO y haré campaña por él porque en su gobierno en el DF logró crear un sistema de seguridad que no existe en ninguna otra ciudad de México. Todos los días vemos como hay matanzas, fosas clandestinas, asesinatos de periodistas, secuestros, crímenes contra defensores de derechos humanos… etcétera, en casi todas las ciudades del norte de México. En la Ciudad de México, alabado sea el cielo, no hemos vivido ese infierno. Es más, los índices de delincuencia contra transeúnte han bajado más que notablemente. Andrés Manuel, además, benefició a millones de personas al otorgar la pensión alimenticia universal para personas mayores de 70 años. Sí, porque los beneficios fueron no sólo para los ancianos, sino para sus familias. Pero además benefició a los jóvenes que ahora pueden estudiar en las 19 preparatorias que fundó bajo la égida de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México la que también fundó él. Ahora esos muchachos tienen, además, una beca del Gobierno del DF. Y ya no necesitan ingresar como sicarios a los grupos del crimen organizado, como sí ocurre en el norte. Además están los apoyos a las madres solteras, a los discapacitados; los útiles escolares y uniformes a los niños de primaria y secundaria. Eso es lo que necesita México. En cambio, las entregas de grandes cantidades de dinero para los ricos, los banqueros y los industriales, jamás se critican, las llaman “fomento”, como sí pegan el grito los periodistas corruptos cuando AMLO entregó tantos recursos a los pobres.

Hay enormes, preocupantes dosis de racismo y de clasismo en las críticas a López Obrador. Y eso ocurrirá con cualquiera que tome partido por los pobres. Incluyéndolo al poeta Sicilia. Y, creo, sin atención a los pobres, nada de lo que ocurre ahora se resolverá. Al revés, se volverá peor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me dá mucho gusto leer tanta sensatez,y si a AMLO no han podido probarle nada,es porqué nada malo hay en el,es claro y transparente.

Es un honor estar con Obrador!

Besos.