jueves, 4 de octubre de 2007

Pterocles en el Festival Internacional Cervantino

Cronicajuatenses


Pterocles Arenarius

La inauguración del XXV Festival Internacional Cervantino (FIC) ha ocurrido como siempre, con la asistencia del góber y el presi. Sus bagajes culturales no dan como para llamarlos de otra manera. Lo único bueno de sus intervenciones para inaugurar el FIC es que fueron sumamente breves.
En la ciudad, desde la semana pasada han empezado a verse rostros desconocidos, como cada año. La población se multiplica más milagrosamente que los peces. En las tres semanas se espera recibir a un millón de visitantes. Lo alentador es que no llegarán juntos. Lo temible es que un alto porcentaje de ellos estarán ebrios gran parte del tiempo que dure su estancia en Guanajuato.
Junto con los rostros desconocidos también empiezan a verse en la pequeña ciudad los pefepos, entiéndase, la Policía Federal Preventiva. Vienen en camiones como soldados. Sabemos que son los mismos que han roto madres, mandíbulas, cráneos, familias y hasta existencias, tanto en Oaxaca como en Atenco.
Aquí vienen a misión suave: controlar a las hordas embriagadas que aparecen en la ciudad los tres fines de semana que dura el Cervantino. Fracasarán, ni siquiera debiera anotarlo. Los borrachos son miles, no cabe ni el uno por ciento de ellos en las cárceles del pueblito. Los pefepos los obligan a tirar su chela al alcantarillado y sólo cuando quieren ensañarse se los cargan. A los que no perdonan son a los que sorprenden con un toque de mota. Los madrean, los llevan a la cárcel municipal y les roban todo lo que pueden, además de humillarlos como si fueran sus enemigos personales.
Los pefepos deambulando con sus uniformes negros por esta ciudad tan bondadosa dan miedo. Y ellos se empeñan en que así sea. No procuran parecer guapos, además están muy lejos de serlo. Renuncian a priori parecer inteligentes. Se niegan sin límite a regalar aunque sea ya no digas una sonrisa, tan sólo una mirada benévola. Pero se esmeran en parecer hijos de la chingada. Te convencen sin duda de sentirse hijos de la chingada. Yo no dudo ni tantito que lo sean.
En esta primera semana prometen el gran lujo Baaba Maal, directamente de Senegal; el Ballet Nacional de China y una cosa insólita, el concierto de campanas que realiza un compositor y profesor de la Universidad de Guanajuato: Carlos Vidaurri. Música con las campanas de los abundantes templos de la ciudad. Música creada ex profeso para la gente desde las campanas de los templos de la ciudad. ¿Habráse visto?
Todos los artistas son formidables. Lo que anotamos es un listado arbitrario y, por ello, sin duda, injusto.

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